ZONA LEGAL: CASO 1: URGENCIA DE CONTAR CON AIRE ACONDICIONADO EN LA SECCIÓN DE HEMODIÁLISIS

Hace varias semanas fueron entregadas sendas cartas a la Contraloría de Servicios y la Dirección Médica del Hospital Calderón Guardia, a la Dirección de la Ministra de Salud, a la Dirección de la Defensoría de los Habitantes y a la Dirección de la Casa Presidencial, sobre la urgente necesidad de instalar un sistema de aire acondicionado en las Salas de Hemodiálisis del Hospital Calderón Guardia, cuya carencia pone en riesgo la calidad del proceso médico, nuestra salud y la del personal.

Tuvimos conocimiento tangencial de que dentro del hospital se llamó a una reunión para hablar del caso y que algunos funcionarios públicos han realizado algunas visitas a nuestra sección. Sin embargo, nosotr@s como usuarios y demandantes de mejores condiciones en el sistema, no hemos recibido ninguna respuesta directa (hasta el día 29 de julio, cuando recibimos la primer correspondencia de entrada). Cómo lo anunciamos en la carta en ese momento, de no tener respuesta a nuestra solicitud a la menor brevedad nos veríamos en la obligación de llevar el tema a dominio público, mostrando una de las contradicciones del sistema médico, que invierte muchísimo en tratamientos y al mismo tiempo los pone en riesgo. A continuación, la carta que firmamos los usuarios de este sistema, seguidas de las notas sobre la evolución del caso:

San José, 19 de mayo, 2011

Señoras/ Señores

Dirección Médica y Contraloría de Servicios

Hospital Calderón Guardia

Presente

Estimadas personas:

Por este medio, los pacientes diagnosticados con Insuficiencia Renal Crónica avanzada quienes nos atendemos en la Unidad de Hemodiálisis del Hospital Calderón Guardia, haciendo uso de nuestro derecho como usuarios de un servicio vinculado a la salud pública, denunciamos ante su despacho (y los despachos a los que enviamos copia de la presente nota), una situación que, además de ser extremadamente lamentable, pone en riesgo no solo nuestro tratamiento, sino también al personal de salud, exponiéndonos tanto física como emocionalmente a una dinámica insalubre y peligrosa.

La situación que denunciamos tiene que ver con la disposición del espacio físico en el que somos atendidas/os, ya que entre los requerimientos del tratamiento hemodialítico, está la premisa de que este debe realizarse en las más estrictas condiciones de salubridad, entre otras cosas, esto hace imposible abrir las ventanas que dan a la calle por los riesgos de contaminación que esto podría implicar. A esto se suma la situación de que el espacio, que es bastante pequeño, atiende a veinticuatro personas en dos turnos diarios, durante cinco días a la semana. Esto implica que cada turno atienda a doce personas simultáneamente, ubicadas y conectadas a doce máquinas de hemodialización que les permiten seguir manteniendo su vida en esta etapa tan delicada.

Esta triste situación, empeora las condiciones en las que se llevan a cabo las sesiones de hemodiálisis, donde los pacientes, por nuestra condición ya sufrimos, no solo por portar un diagnóstico de una enfermedad muy agresiva, sino que también por la respuesta que el cuerpo tiene ante un tratamiento altamente invasivo, aunado al desgaste emocional que ya supone depender de una máquina para conservar la vida, a la cual nos conectamos dos o tres veces a la semana durante tres o cuatro horas, según sea el caso. Si a esto le sumamos el problema de la temperatura no regulada, que afecta los procesos de control de presión arterial, comodidad de los pacientes en la sala, el obligado uso de gruesas batas en pacientes y personal médico, así como la vulnerabilidad de la sangre en ambientes calientes, hacen que la experiencia no solo resulte muchas veces traumática, sino sobre todo peligrosa, aumentando el riesgo de infecciones, arriesgando la calidad del proceso farmacológico y de funcionamiento de las mismas máquinas de las que dependemos un número muy importante de personas para sobrevivir, ya que todo lo anterior implica un sobrecalentamiento del lugar, pues no contamos con un sistema de oxigenación o ventilación controlada a través de un aire acondicionado, el cual se ha venido demandando con anterioridad, debido a las insoportables jornadas en que la temperatura sube a niveles excesivos y peligrosos para el tratamiento.

Esta situación ha sido denunciada antes por el personal de salud, y es una queja constante entre los pacientes y el equipo de enfermería, que procura atendernos de la mejor forma posible, pese a que ellos también son impactados por las malas condiciones de regulación de la temperatura en este lugar, pasando ahí todavía más horas durante el día, que los mismos pacientes. Lo más triste, es que personas preocupadas por la situación, han ofrecido donar el equipo de aire acondicionado, que aliviaría muchísimo este problema. Lo que se nos ha dicho, es que no se permite la instalación de un material donado al Estado por particulares. Consideramos penoso, que únicamente podamos tener un equipo, si este pasa por un engorroso y lentísimo procedimiento de adjudicaciones de compra, inflando costos, retardando el proceso, beneficiando a los oferentes en una lógica que arriesga nuestra vida en una espera que parece interminable. De tal forma solicitamos, que se resuelva con carácter de urgencia la adquisición del equipo, que se valore la posibilidad de una donación que beneficiaría a los pacientes, al personal médico y reduciría los costos que tiene que invertir el Estado en su consecución.

En tanto se trata de una demanda que compromete la vida de muchas personas, invitamos al personal de la Contraloría de Servicios, a la Dirección Médica, a la Dirección de Defensoría de los Habitantes, a la Dirección del Ministerio de Salud, y a la misma Presidenta de la República, a que nos acompañen durante una sesión completa en la sala de Hemodialización, durante las tres o cuatro horas que dura el procedimiento, para que puedan experimentar en su propio cuerpo sano, la penosa situación que estamos viviendo y que arriesga nuestro tratamiento y la calidad del proceso. Queremos hacer constar, que de no atender la denuncia, será necesario proceder ante los medios de comunicación masiva y redes sociales, para abrir la discusión al terreno público.

Estamos muy agradecidos/as desde ya por la pronta y diligente respuesta a la exposición de nuestra problemática inmediata. Atentamente, firmamos pacientes con Insuficiencia Renal Crónica en fase avanzada atendidos en la Unidad de Hemodiálisis del Hospital Calderón Guardia, acompañantes y otros particulares preocupados por las condiciones del proceso. Adjuntamos firmas (Reservados los nombres de los usuarios del sistema médico en cuestión para efectos de uso en internet).

Con copia:

1- Dirección de Nefrología. 2- Contraloría de servicios del Hospital Calderón Guardia. 3- Dr. Luis Paulino Hernández Castañeda, Dirección Médica del Hospital Calderón Guardia. 4- Rosa Climent Martín, Gerencia Médica de la Caja Costarricense del Seguro Social*. 5- Ofelia Taitelbaum, Defensoría de los Habitantes. 6- María Luisa Ávila, Dirección del Ministerio de Salud. 7- Laura Chinchilla, Despacho de la Presidenta de la República de Costa Rica. 8- Archivo Editoras de Perfectos Riñones, agrupación informal para el mejoramiento de la calidad de vida de los Pacientes en Nefrología y Hemodiálisis del Hospital Calderón Guardia.

*No pudo ser entregada al despacho de la señora Climent.

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Original firmado por los pacientes de Hemodiálisis: